El “Compost” es un fertilizante orgánico elaborado a partir de la  descomposición controlada de materia orgánica en condiciones aeróbicas (en presencia de suficiente oxígeno). Esto es así, ya que en otras condiciones se producirían compuestos indeseables y tóxicos para el crecimiento vegetal. Un correcto equilibrio entre los componentes iniciales, junto con la correcta humedad y oxígeno, provoca un aumento de temperatura y velocidad de crecimiento de los microorganismos presentes (mayormente hongos, bacterias y actinomicetos). Cada una de las cepas tendrá diferente grado de importancia y actividad en el proceso, dependiendo de la etapa en la que se encuentre el mismo.

En términos generales, durante el proceso correcto se cumplen una serie de etapas necesariamente.

Etapa Mesófila: Durante esta etapa, comienza la rápida multiplicación de microorganismos, los cuales comienzan a degradar los materiales más simples de la mezcla transformándolos en dióxido de carbono y calor.

Etapa Termófilo: En esta etapa, debido al incremento de temperatura ocasionado por microorganismos que liberan calor, se logra una pasteurización de la pila y se inactivan las semillas presentes. Aquí se mueren los microorganismos patógenos que pudieran existir en los materiales iniciales.

Etapas de Enfriamiento y Maduración: durante esta etapa, los materiales descompuestos por los microorganismos termófilos de la fase anterior, son recompuestos y adheridos en la fase “húmica” que comienza a desarrollarse lentamente sobre los materiales arcillosos y coloidales de la mezcla inicial, a través de microorganismos mesófilos aerobios. Para maximizar la calidad microbiológica y por ende el resultado del producto final, es importante que las etapas anteriores hayan ocurrido correctamente para no afectar a los microorganismos más sensibles, responsables de la producción de las sustancias benéficas durante esta etapa.  Luego de algunas semanas, la temperatura y la respiración de la pila de compost descienden notoriamente.

La finalidad del proceso es la de transformar la mayor cantidad de materia orgánica inicial en humus de nutrición, bajo un estricto control y seguimiento de parámetros que aseguren un mecanismo de acción microbiológica dirigida.

Gracias a su proceso estricto, el compost de BioTerra posee nutrientes en estado estable (adheridos a sitios de intercambio iónico presentes en el humus), un bajo contenido de sales (baja conductividad eléctrica), no contiene sustancias fitotóxicas (se generan en condiciones de falta de oxígeno o de exceso de agua), y una gran cantidad y diversidad de microorganismos benéficos. Posee un color oscuro y un olor agradable debido a la presencia de un compuesto llamado “Geosmina” producido por especies benéficas de actinomicetos.